¿Dieta proteica adelgaza realmente?

La dieta proteica o dieta Atkins, fue creada en los años 60 por el cardiólogo americano Robert Atkins. La dieta del Dr. Atkins ha sido muy famosa, y hoy es utilizada por millones de personas, incluyendo estrellas de cine y autoridades. ¿Pero la dieta proteica adelgaza realmente? ¿Ofrece riesgos para la salud o puede ser seguida sin miedo?

¿La dieta proteica adelgaza realmente?

La dieta proteica adelgaza incluso, adelgaza rápido. Se puede bajar 3 kilos en tan sólo una semana.

La dieta se inicia con una reducción rigurosa de la ingesta de carbohidratos. Los carbohidratos son la principal fuente de energía para organismo, y al eliminarlos del menú diario, el cuerpo pasa a retirar energía de la grasa corporal, entonces ocurre la pérdida de peso muy rápidamente.

Además, en ese proceso, que se llama cetosis, el cuerpo es alentado, entonces no se siente hambre, pues no hay límites para la cantidad de alimentos que pueden ser consumidos. Sólo hay restricción del consumo de algunos alimentos, es decir, aquellos alimentos que poseen carbohidratos.

En la dieta de la proteína los carbohidratos pasan a ser sustituidos por proteínas y grasas. Las proteínas se digieren lentamente, lo que hace que la sensación de saciedad sea prolongada por largos períodos.

Realmente la dieta de la proteína adelgaza rápido, pero lamentablemente no podemos decir que provee un adelgazamiento sano, pues al limitar la ingesta de alimentos ricos en carbohidratos, el organismo pasa a no recibir los nutrientes necesarios para su buen funcionamiento.

Los peligros de la dieta proteica

A pesar de que la dieta proteica proporciona una pérdida de peso muy rápida, trae muchos riesgos a la salud que no pueden ser desconsiderados.

Al limitar la ingesta de carbohidratos, el cuerpo comienza a retirar energía del carbohidrato (glucógeno) almacenado en los músculos, entonces ocurre pérdida de agua y masa muscular, así que la persona adelgaza muy rápido, pero no necesariamente pierde grasa.

El consumo muy elevado de proteínas puede llevar a una sobrecarga de la función renal, entonces ocurre una elevación de las tasas de ácido úrico, y si la situación es prolongada por mucho tiempo, la persona puede desarrollar un cuadro de insuficiencia renal.

Además, el consumo muy alto de grasa, principalmente de grasa animal, puede provocar cambios en los niveles de grasa saturada en la sangre, lo que puede aumentar los niveles de colesterol malo y conducir a problemas cardiovasculares.

Cuando existe un déficit de carbohidratos en el organismo, el cuerpo pasa a convertir grasa en energía, en ese proceso ocurre la liberación de los llamados cuerpos cetónicos. En gran cantidad estos elementos pueden dañar a las células y causar mal aliento.

Por ser muy rigurosa y restrictiva, la dieta proteica puede llevar a la persona a sufrir de desmayos, debilidad, temblores, mareos y malestar. Además, puede producirse constipación intestinal, principalmente debido al bajo consumo de fibras.

Mantener la dieta proteica es muy difícil, pues interfiere de manera muy severa en la rutina alimentaria de quien se propone a seguirla. Esta rigidez puede llevar a cualquier persona a sentirse malhumorada, además, resulta mucho más fácil caer en tentaciones, ya que el cuerpo está siendo privado de varios alimentos importantes.

Otro punto negativo de la dieta proteica, es que cuando la persona vuelve a comer carbohidratos, muy probablemente ganará peso bastante rápido. Nadie vive sin carbohidratos, por lo que dejar de ingerir carbohidratos por el resto de la vida es imposible.

En realidad, la dieta de la proteína puede llevar a cualquier persona a adelgazar rápido, es viable bajar 3 kilos en tan sólo una semana, sin embargo, por no dar prioridad al equilibrio y la reeducación alimentaria, no puede ser sostenida a largo plazo, así que ocurre pérdida de peso solamente a corto plazo.

La dieta proteica es una dieta de moda que se debe considerar con cuidado, por lo tanto, si usted desea adelgazar de manera sana, y si desea resultados duraderos, necesita desarrollar hábitos alimenticios sanos y practicar actividades físicas regulares, y no sólo contar con una dieta restrictiva que adelgaza mucho en las primeras semanas, pero que no puede sostenerse a largo plazo.